El gigante de Internet podría enfrentarse a una multa de hasta 5.000 millones de dólares si sigue con estas prácticas.
El hecho de que Google esté a la cabeza en cuanto a uso de buscadores en Europa podría parecer una buena noticia para la firma, si no fuera porque se han pasado de frenada. Un 80%del mercado es lo que domina la compañía, la cuál está acusada de prácticas monopolísticas y de competencia desleal al entorpecer al resto de empresas con buscadores propios. Un liderazgo algo turbio a los ojos de la UE que le podría suponer un zarpazo a su bolsillo de nada menos que hasta 5.000 millones de dólares en forma de multa.
Google, por tanto, debe de comenzar a hacer algunas concesiones, pero las que ha propuesto resultan insuficientes a la UE, como informa la agencia Reuters. “He llegado a la conclusión de que las propuestas que nos ha presentado Google no bastan para disipar nuestras preocupaciones”, ha declarado el Comisario Europeo de la Competencia, Joaquín Almunia.
Ni qué decir tiene que Google no comparte esta opinión: “Nuestras propuestas a la Comisión Europea se dirigen claramente a los aspectos que les preocupan”, ha dicho el portavoz de la compañía Al Verney. Unas propuestas que pasan por diferenciar sus propios productos en las búsquedas de Internet, suministrar al menos tres enlaces a sitios de competidores o facilitar a los anunciantes el traspaso a las plataformas rivales. Sin embargo, algunas de estas mismas empresas competidoras de Google han señalado que estas medidas no solo no reducirían la posición de privilegio que tienen sino que en su lugar la reforzaría aún más. La guerra de los buscadores está servida, y el campo de batalla es el marco legal de la Unión Europea.
Ni qué decir tiene que Google no comparte esta opinión: “Nuestras propuestas a la Comisión Europea se dirigen claramente a los aspectos que les preocupan”, ha dicho el portavoz de la compañía Al Verney. Unas propuestas que pasan por diferenciar sus propios productos en las búsquedas de Internet, suministrar al menos tres enlaces a sitios de competidores o facilitar a los anunciantes el traspaso a las plataformas rivales. Sin embargo, algunas de estas mismas empresas competidoras de Google han señalado que estas medidas no solo no reducirían la posición de privilegio que tienen sino que en su lugar la reforzaría aún más. La guerra de los buscadores está servida, y el campo de batalla es el marco legal de la Unión Europea.
